Por Pedro Escribano.
(publicado en La República, 9-12-06)
Carlos Tovar, Carlín, no todo lo dice con tinta. Y en sorna. También tiene una prosa afilada, naturalmente crítica. El humorista que cada día nos da una lectura de la situación política con sus caricaturas en nuestro diario, acaba de publicar Manifiesto del siglo XXI. La gran fisura mundial y cómo revertirla (Ed. UNMSM), una suerte de diagnóstico de la crisis moral a la que nos lleva el capitalismo, como el de convertirnos ,como trabajadores, en una pieza de la gran maquinaria para la productividad.
“Esto no solamente es un diagnóstico de la crisis, que ya hay bastante, aunque algunos son equivocados, sino una especie de dar una salida. Una salida muy concreta, que es la propuesta de la reducción de la jornada de trabajo a cuatro hora para comenzar solamente. Luego ir reduciendo en proporción al aumento de la productividad”.
Nos están robando
Carlín plantea que desde que se instauró la jornada de las 8 horas diarias, se buscó que aumente la productividad y al paso del siglo, esta ha aumentado, fácilmente triplicado, más aún en los últimos 20 años de revolución informática, pero este aumento no se ha traducido en la reducción de la jornada de trabajo.
“Paradójicamente sucede todo lo contrario –señala Carlín–, ahora se tiene que trabajar 12, 14, 16 horas y hay hasta quienes se sienten muy felices porque trabajan 18 horas. Estamos ingresando a un mundo de locura, donde la gente se siente feliz de ser cada vez más alienada, explotada, enajenada por su trabajo. Este libro es una propuesta de salida a la situación a que nos está llevando el capitalismo.
–¿El avance de la tecnología, no ha hecho más feliz al hombre?
–En absoluto. Yo creo que vivimos, como dice Saramago, en un mundo atroz. La gente puede decir eso. El otro día escuché a un empresario brasileño que decía “yo trabajo 17 horas diarias”. Decía sentirse feliz, pero como ser humano me parece un fracaso. Hay reportajes que documentan el resurgimiento del esclavismo. O sea, produzca más por menos dinero.
–¿Cómo así el humorista gráfico se ha volcado al ensayo?
–(Risas) Hace mucho tiempo los científicos se preguntan si los dibujantes somos seres pensantes. Desde cuando estaba en la universidad me interesó el ensayo, el marxismo. A pesar de seguir arquitectura, me interesó la filosofía. Soy un filósofo aficionado.
–Es curioso, hoy ni los líderes de izquierda le dedican libros al marxismo.
–Sí, mientras ellos están en retirada, yo hago el camino a la inversa. Lo que digo es que cuando te jalan en un examen tú no vas a tu casa a tirar los libros a la basura. Eso es lo que ha hecho mucha gente de mi generación. Yo hice todo lo contrario. Regresé a mi casa y me puse a revisarlos. Y me di cuenta de que todo lo que decía Marx no solo era cierto, sino era más cierto ahora.
–¿No te sientes combatiente solitario contra el monstruo?
–No, siento el respaldo del prólogo de Carlos Ballón y de la mucha gente que asistió a la presentación del libro. Mucha gente que está consciente, como digo en un capítulo del libro, de que nos están robando. Nos hacen trabajar cada vez más por menos plata.
viernes, 21 de septiembre de 2007
Nos hacen trabajar mas, por menos plata
Publicado por carlintovar en 16:53
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