martes, 18 de agosto de 2015

Respuesta de Manuel Estrada


Otras razones del estancamiento
Por Manuel Estrada

En primer lugar, el hablar de economía no es privativo de los economistas. Todos o casi todos hablamos de economía; desde el ama de casa pasando por el casero del mercado hasta el político o el religioso. Mal que bien se habla de economía.  Al ser una ciencia social caben diferentes interpretaciones y explicaciones de un mismo hecho económico; algunos con más autoridad que otros y otros con más malicia y menos vergüenza defienden intereses subalternos cubriéndolos con un barniz de objetividad y seriedad. Marx los llamó “economistas vulgares”.
En el prefacio a la primera edición de El Capital, Marx dice: En el dominio de la economía política, la investigación científica libre no solamente enfrenta al mismo enemigo que en todos los demás campos. La naturaleza peculiar de su objeto convoca a la lid contra ella a las más violentas, mezquinas y aborrecibles pasiones del corazón humano: las furias del interés privado ( “ Auf den Gebiete der politischen Oekonomie begegnet die freie wissenshaftliche Forschung nicht nur demselben Feinde. Wie auf allen anderen Gebieten.  Die eigenthümliche Natuur des Stoffes, den sie behandelt, ruft wieder sie die heftigsten, kleinlichsten und gehässigsten Leidenschaften der menschlichen Brust, die Furien des Privatinteresses, auf den Kampfplaatz.” )
Nos enfrentamos pues a un debate no exento de pasiones.
Carlos Tovar sin ser economista, y con todo derecho,  toca un problema fundamental para la Economía Política: el estancamiento. Pero la causa real del estancamiento no es el desequilibrio entre el aumento de productividad que las inovaciones tecnológicas generan y  la reducción de la jornada de trabajo.
El capital necesita, para poder reproducirse, la producción incesante de mercancías y su realización en el mercado que le permita un continuum en el ciclo dinero-mercancía-dinero (D-M-D) que conlleve una acumulación creciente e ininterrumpida. Pero sabemos que no es así; las crisis y recesiones existen y ocurren de manera periódica y son inherentes al modo de producción capitalista.
No me voy a detener a explicar cómo funciona la composición orgánica del capital ni la Ley de la Tasa decreciente de ganancias. Con las innovaciones tecnológicas lo que ocurre es que se reduce la proporción de capital variable que se incorpora en las mercancías y por ende se incorpora menos valor (Tauschwerth) y en  la jornada de ocho horas se  genera más plusvalía absoluta  en comparación con la situación anterior a la innovación tecnológica. En relación con la plusvalía Marx dice:  “ La producción capitalista no solo es producción de mercancía; es, en esencia,  producción de plusvalor. El obrero no produce para sí, sino para el capital. Por tanto ya no basta con que produzca en general. Tiene que producir plusvalor. Solo es productivo el trabajador que produce plusvalor para el capitalista o que sirve para la autovalorización del capital.” ... “La prolongación de la jornada laboral más allá del punto en que el obrero solo ha producido un equivalente por el valor de su fuerza de trabajo y apropiación de ese plustrabajo por el capital: en esto consiste la producción del plusvalor absoluto. Constituye la misma el fundamento general del sistema capitalista y el punto de partida para la producción del plusvalor relativo” ( “ Anderseits aber verengt sich der Begriff der productiven arbeit. Die kapitalistische Produktion ist nicht Produktion von Waare, si eist wesentlicht Produktion von Mehrwerth. Der Arbeiter producirt nicht für sich, sondern für das Kapital. Es genüchtdaher nicht  länger, dass er überhaupt producirt. Er muss Mehrweth produciren. Nur der Arbeiter ist produktiv, der Mehrwerth für den Kapitalisten producirt oder zur Selbstverwethung des Kapitals dient.” … “Die Verlänggrung des Arbeitstags über den Punkt hinaus, wo der Arbeiter nur ein Aequivalent für der Werth seiner Arbeitskraft `roducirt hätte, und die Aneignung dieser Mehrarbeit durch das Kapital – das ist die Produktion des absoluten Merhwerths. Sie bildet die allgemeine Grundlage des kapitalistischen Systems un den Ausgangspunkt der Produktion des relativen Mehrwerths.”)

Con las innovaciones tecnológicas a lo que nos enfrentamos en la práctica es a un aumento de la plusvalía absoluta y relativa simultáneamente de manera global, pero las sobreganancias generadas por el innovador tecnológico son transitorias en la medida que la innovación deja de serlo como resultado de la competencia intracapitalista y la tasa de ganancia se normaliza siguiendo su tendencia decreciente
Lo que noto en Tovar es una confusión en varias categorías: una cosa es la cantidad de fuerza de trabajo contratada y otra la contracción de la demanda agregada que puede ser el resultado de una diversidad de factores; dentro de éstos podemos mencionar el efecto de la globalización de la producción, la diferencia de salarios nacionales, políticas monetarias, diferentes sistemas de precios relativos, presencia de formas precapitalistas de producción y factores políticos extraeconómicos.
Por otro lado el capital no actúa como clase, la pugna por la conquista de mercados lo lleva a enfrentarse de manera mordaz; es un hecho histórico que no necesita mayor demostración.
Tenemos necesariamente que distinguir entre la innovación tecnológica del proceso productivo de bienes de capital de nuevos bienes de consumo porque nos puede llevar a confusión. Sobre todo en el debate sobre la presencia o vigencia de la Ley de Say porque no toda nueva oferta genera su propia demanda ya que de otra manera no existirían las crisis. De allí que la conclusión de Tovar es equívoca desde el momento que el pleno empleo de los recursos es una contradictio in termini para el modo de producción capitalista. Por la sencilla razón que el pleno empleo implica la inexistencia de crisis y en consecuencia estancamiento.
Final y fraternalmente le puedo decir a Tovar que estando del mismo lado del mostrador, que mientras sigamos inmersos en el modo de producción capitalista, el pleno empleo sigue siendo parte de la utopía.
Nimega, 16 de agosto de 2015

1 comentario:

Cholandés dijo...

Nota al pie: La traducción del texto marxiano es de Pedro Scaron de El Capital S. XXI ed. México 1980 y el Original tomado de la sexta edición publicada por F. Engels Hamburg 1909
Manuel Estrada