Sin duda que una de las reformas más revolucionarias propuestas por el presidente Hugo Chávez sobre la Constitución Bolivariana de 1999 es la referente a reducir la jornada laboral de 8 a 6 horas. Una reforma revolucionaria que afecta directamente a la clase trabajadora y que de aprobarse, elevaría su nivel y calidad de vida.
¿Cómo es posible que hayan pasado más de 80 años desde la conquista de las ocho horas y sigamos trabajando en la mayoría de los países lo mismo que nuestros bisabuelos?, ¿es que no ha avanzado la técnica y la tecnología suficiente en este tiempo?...
La respuesta es sencilla. A pesar de que la productividad ha subido como la espuma gracias a los adelantos tecnológicos en las fábricas, la informática, la computerización y la robotización; la realidad es que los empresarios han aprovechado esta mayor productividad para ganar más dinero. Para enriquecerse a costa del obrero, que como cabe subrayar no es propietario ni de los medios de producción y por consiguiente tampoco de sus avances tecnológicos, ni de los bienes producidos con su esfuerzo, hasta que los compra a los propios capitalistas en su famoso “libre mercado” (que de libre sólo tiene el nombre) . O sea, los empresarios tienen más margen de beneficio porque cada día la productividad es superior cuanto más crece la tecnología, mientras los trabajadores laboran el mismo tiempo que hace casi un siglo.
Jon Juanma Illescas Martinez, artista plastico, traza un panorama del problema de la jornada laboral y hace un llamamiento a la clase trabajadora. Lea el articulo en Rebelion.
miércoles, 10 de octubre de 2007
Llamado urgente a la clase trabajadora por la revolucion de las seis horas
Publicado por carlintovar en 19:48
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1 comentario:
saludos revolucionario desde Venezuela esta muy buena reflexión. Al parecer todo es dinámico menos el capitalismo que esta sembrado en todos los pueblos de mundo
se despide un Bolivariano
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