Otras razones del
estancamiento
Por Manuel
Estrada
En primer lugar,
el hablar de economía no es privativo de los economistas. Todos o casi todos
hablamos de economía; desde el ama de casa pasando por el casero del mercado
hasta el político o el religioso. Mal que bien se habla de economía. Al ser una ciencia social caben diferentes
interpretaciones y explicaciones de un mismo hecho económico; algunos con más
autoridad que otros y otros con más malicia y menos vergüenza defienden
intereses subalternos cubriéndolos con un barniz de objetividad y seriedad.
Marx los llamó “economistas vulgares”.
En el prefacio a
la primera edición de El Capital, Marx dice: En el dominio de la economía
política, la investigación científica libre no solamente enfrenta al mismo
enemigo que en todos los demás campos. La naturaleza peculiar de su objeto
convoca a la lid contra ella a las más violentas, mezquinas y aborrecibles
pasiones del corazón humano: las furias del interés privado ( “ Auf den Gebiete
der politischen Oekonomie begegnet die freie wissenshaftliche Forschung nicht
nur demselben Feinde. Wie auf allen anderen Gebieten. Die eigenthümliche Natuur des Stoffes, den
sie behandelt, ruft wieder sie die heftigsten, kleinlichsten und gehässigsten
Leidenschaften der menschlichen Brust, die Furien des Privatinteresses, auf den
Kampfplaatz.” )
Nos enfrentamos
pues a un debate no exento de pasiones.
Carlos Tovar sin
ser economista, y con todo derecho, toca
un problema fundamental para la Economía Política: el estancamiento. Pero la
causa real del estancamiento no es el desequilibrio entre el aumento de
productividad que las inovaciones tecnológicas generan y la reducción de la jornada de trabajo.
El capital
necesita, para poder reproducirse, la producción incesante de mercancías y su
realización en el mercado que le permita un continuum en el ciclo
dinero-mercancía-dinero (D-M-D) que conlleve una acumulación creciente e
ininterrumpida. Pero sabemos que no es así; las crisis y recesiones existen y
ocurren de manera periódica y son inherentes al modo de producción capitalista.
No me voy a detener a explicar cómo funciona la
composición orgánica del capital ni la Ley de la Tasa decreciente de ganancias.
Con las innovaciones tecnológicas lo que ocurre es que se reduce la proporción
de capital variable que se incorpora en las mercancías y por ende se incorpora
menos valor (Tauschwerth) y en la
jornada de ocho horas se genera más
plusvalía absoluta en comparación con la
situación anterior a la innovación tecnológica. En relación con la plusvalía
Marx dice: “ La producción capitalista
no solo es producción de mercancía; es, en esencia, producción de plusvalor. El obrero no produce
para sí, sino para el capital. Por tanto ya no basta con que produzca en
general. Tiene que producir plusvalor. Solo es productivo el trabajador que
produce plusvalor para el capitalista o que sirve para la autovalorización del
capital.” ... “La prolongación de la jornada laboral más allá del punto en que
el obrero solo ha producido un equivalente por el valor de su fuerza de trabajo
y apropiación de ese plustrabajo por el capital: en esto consiste la producción
del plusvalor absoluto. Constituye la misma el fundamento general del sistema
capitalista y el punto de partida para la producción del plusvalor relativo” ( “
Anderseits aber verengt sich der Begriff der productiven arbeit. Die
kapitalistische Produktion ist nicht Produktion von Waare, si eist wesentlicht
Produktion von Mehrwerth. Der Arbeiter producirt nicht für sich, sondern für
das Kapital. Es genüchtdaher nicht länger,
dass er überhaupt producirt. Er muss Mehrweth produciren. Nur der Arbeiter ist
produktiv, der Mehrwerth für den Kapitalisten producirt oder zur Selbstverwethung
des Kapitals dient.” … “Die Verlänggrung des Arbeitstags über den Punkt hinaus,
wo der Arbeiter nur ein Aequivalent für der Werth seiner Arbeitskraft `roducirt
hätte, und die Aneignung dieser Mehrarbeit durch das Kapital – das ist die
Produktion des absoluten Merhwerths. Sie bildet die allgemeine Grundlage des
kapitalistischen Systems un den Ausgangspunkt der Produktion des relativen
Mehrwerths.”)
Con las
innovaciones tecnológicas a lo que nos enfrentamos en la práctica es a un
aumento de la plusvalía absoluta y relativa simultáneamente de manera global,
pero las sobreganancias generadas por el innovador tecnológico son transitorias
en la medida que la innovación deja de serlo como resultado de la competencia
intracapitalista y la tasa de ganancia se normaliza siguiendo su tendencia
decreciente
Lo que noto en
Tovar es una confusión en varias categorías: una cosa es la cantidad de fuerza de
trabajo contratada y otra la contracción de la demanda agregada que puede ser
el resultado de una diversidad de factores; dentro de éstos podemos mencionar
el efecto de la globalización de la producción, la diferencia de salarios
nacionales, políticas monetarias, diferentes sistemas de precios relativos,
presencia de formas precapitalistas de producción y factores políticos
extraeconómicos.
Por otro lado el
capital no actúa como clase, la pugna por la conquista de mercados lo lleva a
enfrentarse de manera mordaz; es un hecho histórico que no necesita mayor
demostración.
Tenemos
necesariamente que distinguir entre la innovación tecnológica del proceso
productivo de bienes de capital de nuevos bienes de consumo porque nos puede
llevar a confusión. Sobre todo en el debate sobre la presencia o vigencia de la
Ley de Say porque no toda nueva oferta genera su propia demanda ya que de otra
manera no existirían las crisis. De allí que la conclusión de Tovar es equívoca
desde el momento que el pleno empleo de los recursos es una contradictio in
termini para el modo de producción capitalista. Por la sencilla razón que el
pleno empleo implica la inexistencia de crisis y en consecuencia estancamiento.
Final y
fraternalmente le puedo decir a Tovar que estando del mismo lado del mostrador,
que mientras sigamos inmersos en el modo de producción capitalista, el pleno
empleo sigue siendo parte de la utopía.
Nimega, 16 de
agosto de 2015